Ideología Huelguista ~ Pensamientos en el Día del Estudiante

Hoy es día de los estudiantes. Ya de “grandes” no lo recordamos, pero en la escuela, especialmente en la elemental, era un día grandioso. Había color day, una fiestecita de papitas y refrescos y nos soltaban temprano. Cuando entras a la universidad te pones lo que te de la gana, vas y vienes como mejor te plazca y para los de Río Piedras, la Avenida Universidad siempre está disponible para un celebración impromptu. Sin embargo, en vista de la huelga, cambian las rutinas y se echa de menos lo que siempre se ha tomado por sentado. Entonces por casualidad alguien recuerda la olvidada celebración del día de los estudiantes.

Nos coge la macacoa de la nostalgia, extrañamos los pasillos de la facultad y deseamos aquello a que tanto le huimos anteriormente: estudiar. Pero no es posible. Hemos sido llamados a hacer un sacrificio en nombre de la Universidad, en nombre del derecho a estudiar. No se esperó por la mayoría y se decretó el paro, más tarde el receso. Al movimiento que empezó en la UPI se la han unido muchos, pero todavía quedan muchos más que no están convencidos.  ¿Por qué? Algunos dirán que por vagos, por individualistas. Quizás. Pero esa no es la única respuesta.

Consideremos que tal vez los miles de estudiantes que se han mantenido lejos de los portones lo decidieron así simplemente porque no encuentran afinidad con los manifestantes. Cualquiera podría contestar que la Universidad es asunto de todos los alumnos y diría la verdad. Empero, no se puede ignorar que esta lucha, como todo lo demás en este país, depende de la política. Las pruebas sobran. El comando del movimiento está en manos de la Juventud Socialista. Los artistas que han amenizado el camping son en su mayoría independentistas, cuando menos se han declarado en contra del gobierno actual. Líderes independentistas y/o socialistas han hablado de la huelga como si fuera un logro particular para sus ideologías.

En resumidas cuentas, a la hora de hablar sobre el asunto a la mano, la Universidad, los representantes de los huelguistas divagan y terminan atacando al gobierno en general. Hablan del Estado como si fuera el kraken griego, el monstruo de la laguna verde, o algo parecido. Más claro no canta un gallo. La matrícula y los recortes han pasado a segundo plano en medio de una lucha cada vez más ideológica. Ni hablar de las clases de verano, que de seguir como vamos, no son siquiera una posibilidad. Queda claro que hace tiempo que esta no es una lucha por derechos, sino de política. Como resultado directo, es excluyente. La gente se ve presionada a dividirse en más bandos y así las cosas, la unidad es imposible. En otras palabras, si los estudiantes huelguistas deciden poner su postura política en primer plano, no pueden esperar que aquellos que no las comparten les apoyen.